Luna azul, con un blues
quiero enamorarte,
luna nueva, caprichosa que hay detrás de
ti, déjame abrazarte, déjame
besarte.
Un espejo y un conejo que se ríe de mí,
luna y miel, labios
rojos que me enchinan la piel,
déjame abrazarte,
déjame besarte.
Botellita de Jerez-
Luna Misteriosa
Después de tantos y tantos eones no logró comprender el concepto tan
vacío que tienen los humanos sobre el mal, idea creada por ellos mismos para
justificar la desviación de su conciencia colectiva o de los “Demonios” como
nos llamarón al iniciar su civilización. Después de tanto tiempo continúan sin
aceptar que nosotros existimos desde antes que “Se Hiciera la Luz”, cuando
“Todo era Agua y Oscuridad” como dicen sus
Libros Sagrados; no saben o no comprenden que en aquel entonces no existía la
maldad ni la muerte, no existían el miedo ni el tiempo.
Cuando
se hizo la luz, cuando la luz de la guerra, la opresión y la muerte se hizo,
nos vimos obligados a buscar refugio en las entrañas de la tierra; fue difícil
adaptarnos a las nuevas condiciones del ambiente, la presión, el calor… pero de
allí salimos y allí regresamos, organismos a base de campos electromagnéticos
que la ciencia humana aún no ha logrado explicar… o justificar. El vientre de
nuestra madre.
En
aquel entonces no se medía el tiempo, no podría decir cuánto tardamos en salir,
pero al hacerlo nuestra sorpresa fue grande: ¡¿Mortales?! Organismos físicos
con consciencia, razón e instinto -en algunos extraños casos inteligencia-
Energía y materia fusionados caminando sobre dos piernas, peleando entre sí,
buscando la manera de demostrar supremacía ante sus semejantes -¿Inteligencia,
razón?-
Nos acercamos a ellos movidos por la
curiosidad, pues queríamos saber…
Se
abalanzaron sobre nosotros con acero, fuego y magia, pero aunque no lo
supieran, su arma más poderosa fue El
Verbo. Entonces conocimos la guerra y la seguimos, era algo nuevo para
nosotros y nos gustó, no porque fuésemos malignos o violentos, sólo queríamos
divertirnos ¡Y los humanos son bastante divertidos! Algunos de mis hermanos,
primos o abuelos -de alguna extraña manera estamos emparentados por nuestro
origen- se tomaron a pecho las agresiones de los mortales.
Yo no,
no soy malo, soy libre.
Muertos por todos lados, alianzas, sangre derramada, nombres borrados a
diestra y siniestra. Lo peor llegó poco después: los primogénitos de El Dios
de Guerra se enojaron con su padre y abandonaron el cielo, resentidos,
frustrados, acomplejados -no recuerdo más apelativos apropiados para referirme
a sus estados de ánimo y actitudes- la idea es que llegaron y querían todo para
ellos, como aquél que los creó. Nosotros dijimos: ¡No!
¿Pueden imaginar como ha estado “la fiesta” aquí abajo desde
entonces?... me alejé de eso hace bastante pues no soy malo, soy libre.
Transcurrió
el tiempo conviviendo con nuestros vecinos incómodos y obligados; Los Ángeles Caídos. Los mortales nos
temían cada vez más. Hubo una época en la que nosotros gobernamos por ellos,
les hacíamos favores que no nos costaban nada y ellos creían complacernos, pero
el Dios Venganza estaba celoso de
nosotros pues sus creaciones de agua y barro nos amaban -término que comprendí tiempo
después- y respetaban; los condenó al sufrimiento eterno sí continuaban
manteniendo esa relación social y amistosa con nosotros, a carbonizarse en las
llamas provocadas por la pasión, lascivia y degradación del alma en el centro
de la tierra donde los “Demonios” dominan. Bastantes creyeron que se refería a
nosotros; de haber sido así, la pasarían después de que su cuerpo físico
caducara, pero los manda con “Los Otros”,
sus hijos rebeldes. El cielo es un gran negocio, pero varios se niegan a
aceptarlo, demasiados, Dios Dinero
tiene sus consentidos.
Hace algún tiempo, lo que para cualquier
humano serían siglos -medida de tiempo insignificante para los míos- los
mortales creyeron haber descubierto un Nuevo Mundo ¡Que de nuevo no tenía nada!
Los humanos olvidan, no recuerdan la perfección de Mu, ni las maravillas de Atlantis,
sí bien la ahora llamada América es
la heredera espiritual de esos continentes devastados por las aguas, éste lugar
tenía otro nombre, pero eso es otra historia…
Dispuesto a la aventura decidí enfilarme hacia allá. No fui el único,
pues recorriendo ésta tierra encontré a otros que como yo, intolerantes y a la
vez indefensos ante las huestes de El
Usurpador, escaparon y sobrevivieron a El
Laboratorio de los Dioses, otros tomaron vida de los sueños… y de las
pesadillas.
Conocí a Folken,
él llegó aquí con los marineros del norte, es lo que en los mitos de su tierra
llaman Dwarf’s, un tipo abatido por
la pena y el dolor -cosa que comprendí tiempo después- Folken protagonizó
muchas batallas y leyendas, ganó fama, posición social y riquezas. No me burlo
de él, pero tampoco deja de ser gracioso: se casó con una mujer de su raza,
pero después de algunos años de felicidad y abundancia, perdió el trabajo. Los
mortales comenzaron a olvidarlo pues ya no había lugar en el mundo para un
héroe de fantasía, no había nuevas tierras que conquistar y las tempestades no
representaban peligro ni aventura para nadie. Las máquinas de las cuales Trasgos y Magos corruptos son precursores, comenzaron a limitar la imaginación.
Toda la vida y No-Vida sobre éste mundo término por volverse mecánica
-autómatas creo que es el término- Así, Folken, ocioso y deprimido, se entregó
a la vida bohemia, el vino y la música se convirtieron en su nuevo oficio sin
buenos resultados, por tal situación la relación con su esposa se volvió
rutinaria y conflictiva, sin tomar en cuenta la severa disfunción eréctil
depresiva que él padeció por aquellos años.
Frustrada, triste, al borde de la miseria, con ocho hijos que mantener
-otros diez ya tenían familia propia- y una insatisfacción sexual que ninguna señora
Dwarf estaría dispuesta a tolerar, lo
abandonó llevándose a sus hijos pequeños a vivir con un supuesto primo lejano
que trabajaba arreglando zapatos más al sur ¡Eso nadie lo cree!
También
conocí a Gorianor y Cigowyn, una pareja de Elfos provenientes de lo que ahora
llaman Irlanda. Ellos son hermanos de
sangre; los dos huyeron primero hacia el este, exiliados por su familia, pues
“lo de ellos” era una relación tocada por la perfidia y condenada a la
vergüenza para todos sus descendientes, sin contar con la deshonra del “¿Qué
dirán?”. Muchas veces intentaron escapar juntos pues trataron de separarlos de
diversas formas, primero regaños e insultos, después golpes que terminaron convertidos
en castillos, torres y dragones ¿Pueden imaginar eso?
Llegaron hace demasiado tiempo, conocieron a los arquitectos de Teotihuacan y dicen que “no eran de
aquí” -eso ya lo sabía- Un punto en el que estoy de acuerdo con ellos es que
ese conocimiento debe permanecer oculto… por ahora. Vivieron con los Toltecas y fueron Iniciados en sus misterios, después fueron adorados como dioses más
al sur. Cuando se cansaron de eso regresaron a establecerse en El Ombligo de la Luna,
viviendo como hombres de conocimiento, pasando desapercibidos entre los humanos
o eso les hacían creer, pues los autóctonos de estas tierras saben más de lo
que deben y a veces más de lo que creen.
Nexoxocihuatl, era una nanita ejemplar, en su época fue una
mujer en extremo hermosa. Durante La
Conquista provocó la ira e infortunio de demasiados españoles con sus artes
y a otros los sometió con “artes más terrenales”. Sacerdotes, soldados, terratenientes,
nobles, nadie resistía su poder y sus encantos, jamás ensució sus manos con la
sangre de los europeos y tampoco procreó con alguno de ellos ¡Eso sí! Donde
ponía un pie, las pasiones se desataban y un muerto era seguro. Le ayudé, no
porque fuera malo, fue porque los católicos de ese entonces, los de hoy y
parece que los de siempre, tienen las mismas actitudes de su Dios ¡Quieren
someter todo y a todos ante sí! No soy malo, soy libre.
Cuando Nexo -de cariño- ya
tenía ciento dos años y aparentaba apenas entrados los cincuenta -aunque ya no
tenía los atributos físicos en su lugar- mucha gente venía a buscar sus
servicios, la magia era lo suyo y sí de españoles se trataba, siempre
encontraba la fórmula para joderlos.
Cuando su pueblo fue sometido por completo y el mestizaje se hizo irreversible,
cayó en una profunda depresión y todo terminó “dándole lo mismo”. Pronto fue capturada por La Inquisición para ser quemada viva en la plaza de Santo Domingo. Pero el “recipiente” se
vació antes de ser alcanzado por las llamas, se fue justó después de escupir la
cruz y maldecir al clero y la monarquía por setenta y siete generaciones. Me
quedé solo, pero no demasiado tiempo.
Cien años después un Nahual llamado
Camilo me llamó, era Nexo en un nuevo
cuerpo; desde entonces vivo con ella -¿o él?- reencarnó en un miembro de su
familia y al ser Iniciado en sus ritos
ancestrales a los quince años recordó todo ¡Maravillas del peyote y los Niñitos Santos! Por ese lado no tengo
problemas, pero sigo diciendo que Camilo es un nombre feo. No sé a dónde fue y
no me ha querido decir en donde estuvo cuando murió. Después de su Iniciación Camilo ya no odiaba tanto a “los
blancos”, cuando pregunté el motivo de su radical cambio de actitud me
respondió:
-En “El Otro lado” comprendí el papel de cada
quien y cada cual. La naturaleza de los Frang’her,
Burg’elanda y Helsa es como la de su dios, oscura y destructiva, sin embargo en
el mestizaje se encuentra el secreto de la evolución para el ser humano. La Conquista fue el comienzo, el método
no fue el correcto y por eso tendrán su castigo, pero como te dije: “Es su
naturaleza casi depredadora”-
Siempre he buscado aprender pero estar al tanto de todo no te permite
percibir nada, así se cuente con todos los atributos siempre se te escapa algo
que muchas veces puede ser lo más importante, por ejemplo: El Rey Salomón, mago de magos, nunca pensó que el Dios de su padre
se encelaría por platicar con mis primos Moloch,
Milkom, Quemos y Astarté -la “ex”
de YVHV- Éste señor, con todo el
poder y conocimiento que pudo tener un mortal, jamás se dio por enterado que su
amada concubina Makeda, La Reina de Saba, le hacía de Chivo los Tamales con su amigo Hiram El Constructor.
¡Conozco la esencia de la magia, los astros y el universo, tengo en mis
manos la vida y la muerte, pero no comprendo la forma de actuar del género
humano! Cigowyn dice que soy demasiado distraído.
Y
así por el estilo me hice de bastantes amigos viajando de aquí para allá, hasta
que regresé al pueblo donde vive Camilo para la reunión que realizamos cada
veinticinco años. ¡Dos semanas de fiesta “sobrenatural” en un pueblito! Música,
comida y diversión, sustos y “milagros” para los mortales, todo era perfecto…
hasta hace tres días.
Mientras incursionábamos por el pueblo tuve la visión más maravillosa:
una joven mujer salió de la iglesia, el sol se ocultaba ante el brillo de sus
ojos, sus labios son tan rojos como la manzana de El Árbol de la Vida, su silueta voluptuosa y grácil opaca a Bastet caminando a las orillas del Nilo en una noche de luna llena, el
perfume delicado de su piel…
Cuando regresamos a casa de Camilo y les platiqué lo que sentí, fue algo
humillante: ¡Sonoras carcajadas de mis supuestos amigos! Furioso, salí de allí
con ganas de matar a lo primero que se me pusiera al frente… y así lo hice:
Un
joven trasnochado fue mi víctima, abrí un pequeño vórtice interdimensional para perderlo un poco y después torturarlo a media
plaza para que todo el pueblo escuchara sus gritos de agonía. ¡Pero el débil no
resistió más que el principio del viaje! Justó cuando estaba dispuesto a
despedazar el cuerpo, recordé aquella figura tan hermosa como aquellos que no
se rebelaron y mi furia se esfumó. Sentado en la fuente de la plaza observé
también el cadáver de ese joven de apariencia frágil ante mis ojos pero curtido
por el trabajo del campo, aun así de rostro hermoso.
Amigo mío -dijo una voz conocida- Ésta es la respuesta a tus dudas y me
sorprende que tardases tanto en divisar algo tan sencillo. ¡Eres demasiado
distraído! Esto es el amor, lo que mueve a quienes pertenecemos o emparentamos
con el género humano y es la piedra angular de nuestra existencia.
Cigowyn sentada a mi lado sonreía como una madre consolando a su hijo a
causa de las primeras penurias de la vida. Su rostro joven en la eternidad, me
pareció viejo y sabio. ¡Más que el mío! Comprendí que el conocimiento y la
sabiduría no son lo mismo. Lloré, nunca antes lo había hecho y duele, pero es
algo maravilloso.
¡Quiero conquistarla! -respondí- Pero no sé
qué hacer.
Tomé
tiempo para relajarme y escuché con atención lo que me rodeaba: a lo lejos un
grupo de Mariachi cantaba “a todo pulmón” en una fiesta algunas
calles arriba, escondí el cuerpo y fui con Camilo. ¡El plan estaba trazado y no
podía fallar! A menos que muriera en el intento, pero eso no podía pasar
¿Quién lastimaría a un joven enamorado?
Me
posesioné del cadáver de mi víctima, ensayamos todo el día, mis amigos
acordaron ayudarme y éste cuerpo me sienta bien, supongo que sí hubiera nacido
humano y mortal sería algo parecido. Camilo investigó en dónde vivía mi amada y
en éste momento me encuentro bajo el balcón de su morada, todos mis amigos
visten con trajes de Charro y enormes
sombreros, portando guitarras, trompetas y demás instrumentos musicales, es un
espectáculo pintoresco, pues a Folken le queda ajustado el pantalón y Goryanor “nada” en la chaqueta.
Todas las luces de la calle están apagadas a excepción de un farol justo
bajo ésta ventana; los instrumentos están bien afinados y sólo falta aclarar la
voz con un trago de Tequila. El rigor mortis comienza a hacer su trabajo
pero puede aguantar dos días más ya que lo desangramos antes de que iniciara la
coagulación. Suena el primer acorde de la guitarra continuando unas agudas
notas de trompeta y el sonido melancólico de un violín; no tengo miedo:
¡Oh! Amada mía!
Que con tú indiferencia, aumentas mi llanto
y con tu presencia, estimulas mi canto.
Pido tu vehemencia para mis versos,
que no tienen salida en éste mundo de asco.
¡Oh Amada mía!
Que mi sangre lave toda la ira y lascivia,
que mi dolor
resida y se limpie,
en el alma matter del pecado.
Y tu silueta bonita libré de todos los
males,
avaricia y pecados mortales,
que en mi mente y sombra
acechan todos infames.
¡Oh sombra nocturna!
Del cual, la luna sólo es reflejo
y la sonrisa depende de un tímido gesto.
Quiero que bien entendido tengas,
que tu cuerpo y tu mirada son,
para ésta alma mal lograda,
la ausencia del fuego eterno.
¡Aquí estoy ninfa despiadada!
Cantando triste al pie de tu ventana,
con mis amigos también “pendiendo de
[un ala”,
añorando te dignes a dedicarme una mirada.
Aquí estoy mi dama inmaculada,
con
la esperanza que me ha sido vedada,
pues el destino escrito por las estrellas,
me sentencia a desearla y no tenerla.
El destino escrito por las estrellas,
que me condena a amarla
y sufrir y llorar sin ser parte,
como Maryam en el calvario.
¡Sí no eres tú,
que la muerte me abrace,
el mismo Belial me ultraje
y Dios Todo Poderoso me maldiga
[y me
marque!
Pues sí no tengo tu amor ¡Dila mía!
Prefiero todas sus maldiciones y condenas,
los salones llenos de amargas situaciones
y mejor, al ocaso, tenerte entre mis brazos.
¡Falsas esperanzas mías!
La
última nota ha terminado y no hay respuesta -¡Tal vez las letras son demasiado
fuertes!- dice una voz, pero no la tomó en cuenta pues observó con detenimiento
y no hay nada. Otro sentimiento más me invade: la tristeza; durante la tarde me
pusieron al tanto, así que ya no me preocupa. Esto no me va a amedrentar y
gritó con fuerza: -¡Échale campeón!
La música suena otra vez, ahora más
melódica:
-¡Hay’ te va!- responde una voz ajena
proveniente de una ventana detrás de nosotros. Gorianor es golpeado por una
bandeja de bronce que resuena al impactarse en su cabeza y el suelo. Un
desagradable hedor a orina nos rodea, no podemos evitar reír al ver como el
gran sabio irlandés fue bañado en el agua reciclada por una anciana
cascarrabias, pero hay que ser profesionales ¡El show debe continuar! Uno, dos,
tres y...
Terror
y envidia abjura y perjura…
Mi alma
conquistada tal vez por una bruja…
¡Tal
vez por la inocencia que ignora,
el amor
y el deseo que su ser provoca!
Una vez
mi abuelo dijo:
la
mujer conoce y sabe,
su
cuerpo pertenece al bandido,
pero el
corazón y el alma
a quien
con ella se abre.
¡Aquí
estoy bella señora!
Al pie
de tu balcón,
¡Esperando
tu respuesta!
Los
violines entonan llanto,
las
guitarras desencanto,
la trompeta
invita al trago
y el
trombón, a perderme de borracho.
¡Aquí
estoy bella señora!
Al pie
de tu balcón
¡Esperando
tu respuesta!
La voz
elevada cual de gallo cresta;
usted,
enterrada en mi pecho sin razón,
y yo,
con una mano, aplacando un impropio
[escozor
y
aseguro que en la otra,
en lo
más alto, empuño el corazón.
¿Acaso
es vanidad dulce estela de vida,
por la
cual tu presencia no se digna,
a socorrer
con una mirada
a éste
diablillo que con el corazón canta?
Que con
nulas esperanzas llama,
triste y anhelante,
cantando
al pie de tu ventana,
soñando
ignores el injustificado celo,
Que a
tu marido alimenta como cerdo
y a
usted la más bella dama mortifica,
cual
látigo en la espalda infrinja,
el
sentimiento de la obligación y la desdicha.
Parta
conmigo bella dama,
pues sé
que usted el amor añora
y con
un apasionado beso,
Tened
voz la certeza,
que ni
ejercito ni fortaleza,
me
apartara de los brazos suyos.
¡Que ni
plaga ni muralla,
ni
cauce ni montaña,
apagara
el fuego tremebundo,
que de
otra vida su pasión extraña!
Sin respuesta, hago una señal para retirarnos, doy la espalda al balcón en
donde están acumulados mis pesares, mi amor y mi vergüenza. Camilo con una
sonrisa me señala hacia arriba. Al voltear tal vez por el rigor mortis, puede ser que por alegría, una sonrisa se dibuja en
mi rostro. Tomándome desprevenido alguien me pica los glúteos indicándome que
trepe por un árbol y la barda, pues la luz se ha encendido. No dudaré, voy
hacia allá. La poca sangre que queda sin coagular o vaciarse en éste cuerpo
sube hasta las mejillas al percatarme de que el pantalón se descoció por el
esfuerzo justó a la altura de las nalgas. ¡Tendré que recargarme en la
barandilla! No quiero que vea mis calzones rosas -en verdad me gusta ese color-
Está abriendo el ventanal ¡Que belleza! Ese camisón de seda blanco le
transparenta todo y siento que éste cadáver ya no es tal pues corre vida en él,
está vivo y ¡Estoy vivo en él! Se acerca
y todo da vueltas, me mira fría y desconcertada; pero en esos ojos me reflejo
curioso y divertido, pero ya no soy libre. Otras notas suenan claras y es hora
de continuar:
¿Por
qué tardaste tanto
flor
preciosa de robustos tallos?
¿Qué no
expresa mi amor
tan
terribles y aciagos cantos?
¡Te amo
con la fuerza que quisieran
[mis
brazos!
¡Te amo
con el calor infernal con el cual
a Satán
maldijeron todos los santos!
¡Te
deseo como al oro el avaro,
te
necesito cual esclavo a sus amos!
Bésame
amada mía:
lo
necesito con presteza,
pues el
sólo roce de tus labios,
limpiará
en mí, cualquier mancha de pecado…
Da
un paso hacia mí, quedó petrificado, su perfume es más dulce de lo que imagine
y su rostro brilla más, perdiéndome en las profundidades de su luz y me da
miedo. No continuó con la canción pues quiero abrazarla, quiero hacerle el amor
en éste momento, pero debo terminar; el
solo de trompeta se prolongó ya que mis amigos se percataron de mi distracción,
lo tenemos bien ensayado… un tiempo, dos ¡Ahora!
Sepa vos
la más amada,
que
para ofrecer no tengo nada.
Sepa vos
princesa,
que
sólo puedo serviros con destreza.
Le pido
que deje viejos amores,
le
ruego olvide antiguos errores,
ya que vuestra
persona en mí causa,
el
furor suficiente para una nueva cruzada.
Que
quiero tener vuestro corazón
como el
filósofo el dominio de la razón,
y así,
como al sol, los Mexicas y los Mayas,
seguir
a vos a donde quiera que os vayas.
Aunque matar sea pecado capital,
que los Elohim me castiguen ju
[justamente,
pero sí es por la mujer que amo,
Astarté sabrá que no he pecado.
Preciosa
flor de Mayo:
no
hagas caso a quien os mire de soslayo,
pues de
amores criticados,
¡Preguntad
a los reyes de antaño!
Qué sí
de edades se trate,
¿No es
cierto que el tiempo mande?
Y de
amistades celosas,
el amor,
los convierte en frías losas.
Y éstos
apasionados amantes
estarán
juntos, después y ahora,
pues la
llama del amor saldrá fulgurosa,
ya que
el nuestro, existe desde el tiempo
[…y
antes.
¡Se acerca a mí! Nunca he visto algo
parecido a esa bella sonrisa de dientes perlados. Miro de reojo a mis amigos
presumiendo nuestra victoria, pero el terror se hace manifiesto en sus rostros,
otra vez Camilo me señala hacia atrás. No hice caso, ella está frente a mí.
Cierra los ojos y acerca su rostro al mío, siento su cálido aliento cada vez
más cerca y no me queda ninguna duda ¡Estoy vivo y soy mortal! ¡Esto es el amor
y voy a consumarlo con un beso!... ¡¿Bang-Bang?!