jueves, 5 de febrero de 2015

Dialogo Entre Lilith y Dedalo Region 4 (Corregido)

Hace algunos años, escribí éste relato para una persona muy entrañable para mi... es la protagonista de éste cuento, tristemente, no se lo logré mostrar, ya que según ella, ésta enojada conmigo, no sé por qué y a éstas alturas del partido, no me interesa saberlo.
Sí todos se empeñan que pensar es pecar,
yo voy a vivir sin parar de pensar.
Sí todos se empeñan que pecar es pensar.

Yo voy a vivir
¡Sin parar de pecar!

Lujuria – Sin Parar de Pecar

Algunos meses antes de que Rogaciáno Rubalcaba tuviera su séptimo y definitivo intento de suicidio, sumergido en una aguda y profunda crisis psicótica debida al haber cortado de manera abrupta su tratamiento de medicamento psiquiátrico, despertó temprano por la mañana, buscó entre sus documentos oficiales lo necesario y salió de su casa en dirección de la Farmacia Paris, dispuesto a comprar por lo menos veinte gramos de sal de cianuro para terminar con su agonía antes de concluir el mes de Agosto.

A pesar de su estado de ánimo, aún faltaban varios meses para llegar a su “fecha de caducidad”. Una lluviosa primavera iniciaba su ocaso con bruscos cambios de temperatura que de alguna extraña manera le turbaban.

-Humanidad estúpida- pensó -Estamos asesinando a Tlalitonantzin-

Rogaciáno sabía bien que sus razonamientos no estaban del todo equivocados, aunque tal vez alterados por su condición anímica, sin embargo también estaba consciente de que no eran la verdad absoluta ni tampoco el primero en pensarlo pues la música de grupos españoles y argentinos de Rock o Heavy Metal como La Renga, Reincidentes, Vrede y Warcry le habían servido como bastidor de inspiración para hilar sus razonamientos radicales, retorcidos y excluyentes con los cuales definía a la gran mayoría de sus congéneres humanos como “Normales” o Eloi en un tenor altanero y despectivo.

Esa mañana salió de su casa disfrazado como Asesino Serial, “Vestido como cualquier persona”, pues debía dar una buena impresión ante los encargados de la administración en la farmacia al momento de presentar la carta con la que solicitaría la venta del peligroso elemento químico, el cual pensaba ingerir acompañado de una taza de café imaginando que bebería un delicioso cappuccino cuando sintiera la corrosiva espuma recorriendo su garganta. Estaba dispuesto a consumir los veinte gramos de “un solo golpe”, cantidad capaz de matar a un caballo. No pensaba fallar una vez más. Los ases bajo la manga para lograr la compra de las sales necesarias para su “coctel letal” eran: que la persona encargada de recibir la documentación pertinente desconocía su trasfondo como paciente en un Hospital de Especialización Psiquiátrica, con diagnóstico de Depresión Máxima y Trastorno Esquizoide de la Personalidad, así como su amplia retórica.

Escuchaba en su reproductor de música portátil el álbum recopilatorio Blast from the Past de Gamma Ray -Ya no me trago lo de Heading for Tomorrow- pensó Rogaciáno al llegar a la estación del Metro Chabacano, revisó la hora en su teléfono celular; aún era temprano y había muchas personas de quien deseaba despedirse. Desvió la ruta y transbordó en dirección Taxqueña con la intención de visitar “El Café Literario”, beber algunas tazas de buen café y chingar a La-Pandeja-de-Alejandra, entrañable amiga suya desde hacía ya bastantes años.

Rogaciáno llegó hasta la estación Xotepingo del Metro Férreo, caminó dos calles y cruzó la avenida División del Norte. La pequeña barra de la cafetería se encontraba cerca de la entrada y allí estaba Alejandra inclinada buscando algunas cosas y entonces él, con su negro y desagradable sentido del humor dijo en voz alta:

-Pinche vieja, no me había dado cuenta de que tienes excelente “retaguardia” -haciendo obvia referencia a los glúteos de su amiga -Juro que no “te canto un palo” por no poner en riesgo nuestra amistad y porque gracias a los a psicoactivos, no me responden bien las gónadas, sin contar con mi ya de por sí pésima reputación como amante, la cual se confirmaría en absoluto ¡Que buen culo tienes!-

Alejandra se sobresaltó al escuchar la aguardentosa voz que conocía de manera sobrada y casi se golpea la cabeza con una repisa al incorporarse. Dio media vuelta y con una amplia sonrisa le enseñó el dedo medio a su viejo amigo con quien era notorio que se “llevaba bastante pesado”.

Me caga que no me avises cuando vas a venir!-

-Sí no utilizaras mallas bajo la falda atraerías mayor clientela masculina y lograrías mejores propinas- respondió Rogaciáno acentuando una expresión libidinosa sin quitarle la mirada de la cadera.

-¡Deja de verme al culo!- reclamó ella -¿Que milagro que vienes a visitarme y vestido como la gente “decente”?- la sonrisa de bienvenida en el rostro de Alejandra fue amplia y sincera.

-Son tres los motivos por los cuales estoy aquí: el primero, hacerte sonreír y ya lo logré, el segundo es que se me antojo un café y crucé toda la maldita ciudad para que tú me lo prepares; por último el más estúpido de los tres es que sentí la extraña necesidad de platicar con alguien y tú fuiste la primera persona que cruzó por mi mente-

Mientras preparaba la cafetera con una nueva carga de grano Alejandra respondió:

-No sé sí tomar tu comentario como un insulto o un halago, lo bueno es que te tragaste tu puto orgullo y espero que hoy te dignes a desahogar algo de lo que tienes en tu enferma y estúpida cabeza-

-Tómalo como quieras. Aunque resolviera decirte algo de lo que pienso y siento, responderías como toda la gente “Normal”-

-¿Como responde la gente “Normal”?- preguntó Alejandra con sarcasmo.

-Cegada por la ignorancia y los prejuicios ante lo que escapa de su escaza comprensión-

-Si güey, la verdad es que eres un genio y filósofo incomprendido- respondió ella ahora con ironía mientras servía a Rogaciáno una taza de café con excelente aroma.

-La verdad absoluta no existe- él sonrió luciendo su amarillenta dentadura -Algunos dicen que la verdad está escrita en La Biblia, yo digo que es en el Liber Al Vel Legis, sólo es cuestión de criterios- encendió un cigarro, tomó asiento y continuó -¡Haz lo que quieras, esa es la ley! Cualquier pendejo cree, no cualquier pendejo sabe-

Alejandra sonrió dejando a un lado el sarcasmo. No había mucha clientela y podía darse un poco de tiempo para platicar con su viejo amigo:

-En eso estoy de acuerdo, sin embargo ¿De qué sirve saber tanto sí no se gana nada con ese “conocimiento”?- Alejandra tomó asiento del otro lado de la barra y encendió un cigarro.

-Es triste pero cierto- respondió Rogaciáno -“Tanto tienes, tanto vales y como te ven te tratan”. He vivido en carne propia esa absurda realidad-

-No todo el mundo piensa así, aún existen quienes te valoran por lo que llevas en el cerebro y en el corazón-

-¿Cuántos son? No conozco mucha gente que lleve a cabo lo que siente y piensa- él sonrió con amargura -¿Por qué no hago lo que propongo?-

-¿Te has hecho esa pregunta a ti mismo?- a pesar de que el tono de la observación podía prestarse una vez más al sarcasmo, Alejandra lo realizó de manera seria.

-Lo hice durante bastante tiempo y esto sólo me arrastró al ostracismo social gracias a la ignorancia, hipocresía y prejuicios. A pesar de eso ¡Soy el que soy!-

-Me queda claro que tienes tus convicciones “bien planteadas” ¿Por qué no haces algo para cambiar tú entorno?-

-Me da “hueva”- respondió Rogaciáno con expresión de hastío, más manifiesta que la ya de por sí enmarcada en su moreno rostro -Me rehúso a participar en el absurdo juego de la sociedad humana ¡No voy a prostituirme!-

-No te entiendo, explícate-

-Te pondré un ejemplo: se dice por allí que la razón nos distingue de los animales superiores y a pesar de ello las mujeres continúan buscando Machos Alpha y estos, hacen lo imposible por demostrar supremacía ante sus supuestos “iguales”- Rogaciáno remarcó la última palabra con un gesto de dedos -Pretendiendo demostrar que son más y mejores que los otros, logrando reconocimiento entre la gran manada que es la suciedad… digo, sociedad humana. Ésta manada se deja guiar con ceguera por dichos Alpha y las hembras de nuestra especie los persiguen con fines de apareamiento aunque estos no les muestren respeto ni lealtad. Pienso que se debe buscar a alguien que te ame, no sólo que te quiera-

-Es verdad, las mujeres buscamos una pareja que se distinga de los demás y nos haga sentir protegidas-

Rogaciáno dejó escapar una risotada mordaz.

-¿Protegidas de qué? ¿De que llegue otro pinche cavernícola y se las lleve arrastrando por el cabello a su cueva para copular y mejorar la especie?- la sorna era manifiesta -¡Por todos los dioses! La civilización humana se jacta de utilizar la razón y ya no regirse por el instinto-

Alejandra soltó una escandalosa carcajada y respondió:

-No es para mejorar la especie, de eso ya se encargan los alimentos transgénicos. Al final del día, nos guste o no, así es la vida en esta esferita azul y tenemos que aguantarla nos guste o no-

De manera repentina el rostro de Rogaciáno se descompuso de angustia, se talló los ojos humedecidos, frunció el ceño ahora con molestia, dio un largo trago a su bebida hasta vaciar el recipiente, encendió otro cigarro con la brasa del que había consumido con rapidez y perdió la mirada en los residuos de su taza diciendo:

-¡Sí la vida no es como la quiero, no la quiero!-

Alejandra tomó la taza vacía de Rogaciáno y con destreza la volvió a llenar con café caliente. Tomó asiento una vez más y dio una profunda calada a su cigarro.

-Eres soberbio, prepotente y orgulloso; también perezoso, amargado y estás lleno de rencor contra la vida- ella bajó la mirada entristecida y continuó -Te conozco bien y deduzco tus planes, sólo recuerda que los suicidas no van al cielo-

-Sabes que no soy católico y no me trago esa basura sobre el cielo y el infierno; suponiendo que ese mito fuese verdad- Rogaciáno se interrumpió para dar un sorbo a su bebida -Sí me voy al cielo sería una verdadera condena de aburrimiento eterno, recuerda que al cielo se sube por una escalera y al infierno se baja por carretera montado en una Harley Davidson-

Alejandra soltó una risotada ante la broma Rockera y preguntó:

-¿Cuándo curaras tu amargo y estúpido sentido del humor?-

-Pronto moriré de amor… de uno demasiado decadente-
-Rogaciáno, el amor murió hace ya bastante tiempo-

-No está muerto lo que puede yacer eternamente- respondió el interpelado con amargura.

-Entonces tú puedes vivir un poco más- dijo Alejandra con una sonrisa amplia.

-Yo no soy amor, estoy lleno de frustración, resentimiento y un tormentoso remordimiento de conciencia-

-Eres un pendejo- dijo ella con firmeza -Devora o serás devorado-

-No vale la pena- Rogaciáno acentuó su expresión de hastío, apagó el cigarro y encendió uno nuevo -Aparte de eso ¡Que hueva! No soy un animal, por una cruel, estúpida, ridícula y sádica broma del destino, soy un hombre ¿Devora o serás devorado? Ese dogma social es una mierda, real pero mierda. Los judíos devoran a los “Gentiles”, el Clero Católico devora la inocencia infantil y los Masones se devoran entre ellos practicando un canibalismo brutal y sin sentido-

-Estamos en un mundo competitivo, plenitud de la globalización neoliberal- respondió Alejandra con cinismo -Ya ni siquiera amanece gratis-

-Insisto ¡Que puta hueva!-

-Debemos encontrar la manera de robarle el fuego a los dioses-

-Nunca imaginé que tuvieras la inteligencia suficiente como para hacer semejante metáfora sobre la Cultura Griega-

Chinga tu madre!- respondió ella con una sonrisa socarrona.

Entró al lugar una pareja y ocupó una mesa; sin previo aviso Alejandra se puso en pie para atenderlos rápida, eficiente y alegre. Su sonrisa no era fingida pues disfrutaba de su trabajo, no era en ella la expresión robótica tan común en quienes ejercen el oficio de mesero, oficio noble que nunca deja a sus practicantes con el estómago vacío. Después de algunos minutos la guapa mesera y Bar Tender regresó a su puesto de guardia tras la barra de la cafetería.

-Me dejaste “pensando”- dijo Rogaciáno -Llegué a una conclusión triste-

-Te escucho- respondió ella -Puedes despotricar en contra de la vida sin temor a ser criticado-

-No me preocupan las críticas de ninguna índole. Cometí durante más de tres años el abominable error de preocuparme por lo que una sola persona pensara sobre mí y casi me transformo en un “pijo”-

-Conozco todos los detalles de la historia ¡Ya olvídalo! Tu vida no es la única plagada de frustración y desencanto-

Rogaciáno sonrió y dio el último trago a su taza de café.

-Te ves bien cuando te vistes como “gente decente”- continuó ella -Aunque sólo sea un disfraz, por dentro éstas más muerto que Dios-

-¡No blasfemes!- respondió él con gesto severo, imitando la actuación de Christopher Walken en The Prophecy; ambos soltaron una carcajada tan estridente que los pocos comensales del lugar les dirigieron miradas desconcertadas

-Dije Dios, no Dio-

-Como te decía…- Rogaciáno retomó el tema de conversación -El humano promedio, los “Normales”, la inmensa mayoría, es tan estúpida que juzga y teme con terquedad dogmática lo que no conoce, dejándose llevar y convencer por lo que dicen los demás, por igual temerosos-

Alejandra asintió con un movimiento de cabeza indicando que prestaba atención mientras preparaba una cuarta taza de café para su interlocutor.

-En el caso de nuestro “Amado México”, sí dices Anarquismo, todos se ponen a la defensiva pensando en desorden total, sin siquiera conocer un poco los fundamentos de dicha corriente ideológica y política-

-Si- respondió ella con sorna -Dices Zeitgeist y te catalogan de Neonazi por la similitud germánica en la fonética de la palabra-

-De igual forma, se confunde la libertad sexual con promiscuidad y Liberalismo con libertinaje, Wilhelm Reich debe estar revolcándose en su tumba; supongo que la concupiscencia es “chida” a cierta edad, pero sí no lo hice cuando debía, no estoy dispuesto a hacerlo ahora-

-Olvidé que eras un “Santo”- Alejandra exhibió su indiscreto sarcasmo -Lo único que tú necesitas es una mujer qué te dé un par de bofetadas y una revolcada bestial en la cama-

Rogaciáno se cubrió el rostro con la mano derecha para disimular y ahogar la risa.

-No te reprimas ni te deprimas- continuó ella -Ríete y disfruta mientras estés vivo. Ésta cafetería es como una sucursal de La Posada de los Muertos-

-¿En ésta cafetería también los muertos cuentan su vida y se ríen de quien estando vivo desea estar muerto?-

-Así es, en esta vida no hay mucha felicidad ni alegría pero una manera de hacerla llevadera es mirando las expresiones de descontento de quienes se embriagan con el mundo material, en el instante en el cual descubren la realidad dentro de la realidad, entonces y sólo entonces, puedes reír dando por hecho que siempre tuviste razón-

-No “creo” vivir demasiado tiempo pero “creo” qué lo que dices vale la pena ser escuchado- Rogaciáno recalcó el adjetivo en su pronunciación.

-Por mi puede reventar el planeta en su totalidad, quiero ver la civilización destruyéndose ante mí- canturreó Alejandra.

La Polla es la polla!- respondió él con notable emoción -Mi principal problema es que “ya escucho pasos en la azotea” y mi mente me juega bromas demasiado pesadas. No tengo certeza de cuándo será el día en que me altere por completo y ponga fin a todo-

-Mientras eso ocurre, intenta disfrutar. Olvida eso de que la vida es hermosa y las bellezas naturales ¡Esas son puterias! Disfruta con las contradicciones del género humano, eso nunca terminara a menos de que se desate una gran epidemia de alguna enfermedad incurable, un meteoro de gran tamaño caiga sobre Yucatán o algo similar-

-La metáfora de George A. Romero en Night of the Living Dead, el verdadero virus es la humanidad-

-“Humanos” como nosotros- Alejandra sonrió agria y burlona -Somos el antibiótico, los glóbulos blancos que pierden la guerra contra el SIDA social-

-¡No hay futuro!-

-Nunca lo ha habido. Toda la gente que en verdad piensa, viven juzgados como locos y mueren en la miseria más absoluta, a excepciones como Salvador Dalí… bueno, Crowley y La Vei eran “junior’s”-

-Le vendieron su alma al Diablo- complementó Rogaciáno decorando con una sonrisa maliciosa su observación -Juro que no “te canto un palo” por no poner en riesgo nuestra amistad-

.·.

Pasaron toda la tarde hablando de muchas cosas más. Largo rato después Rogaciáno pidió la cuenta de su consumo iniciándose una acalorada discusión entre los dos amigos debido al planteamiento ético de “la amistad y el negocio no se mezclan”; el altercado se resolvió con una moneda al aire, él perdió y pagó la cuenta retirándose en dirección de su casa con un agradable sabor a café y tabaco en la boca. Olvidó que esa mañana estaba dispuesto a intentar quitarse la vida una vez más, ahora con un infalible veneno.

La mayoría de ocasiones los graves y mayores problemas de salud pública mental como la depresión no siempre se solucionan con medicamentos psicoactivos, pueden relajarse un poco con la presencia de alguien dispuesto a escuchar al enfermo sin prejuicios. Por mala suerte, en nuestra falsa sociedad, es algo extraño y casi nulo, encontrar a una persona con dicha disposición.


-¿Sociedad?- pensó Rogaciáno camino a su casa mientras escuchaba The Wild and the Young de Quiet Riot en su reproductor de música portátil -Las hormigas y las abejas si viven en sociedad, cada una toma su papel dentro de ella sin reparar: guerreras, obreras, reinas; cada una toma su posición dentro de la sociedad sin quejarse pues no gozan siquiera de inteligencia, menos de libre albedrío. El ser humano jamás ha vivido ni vivirá en una sociedad real. Tal vez los mitos sean ciertos y el infierno existe, no está bajo la tierra, es aquí y ahora. Sí Dios existe puedo asegurar que se tomó unas largas vacaciones hace bastante tiempo y no piensa regresar, tal cual lo plantea Garth Ennis en The Preacher o como le ocurrió a Nelson Muntz en un episodio de The Simpson, fue por unos cigarros y lo secuestro un circo itinerante para exhibirlo como fenómeno. No sé por qué tengo la impresión de que esa pinche Alejandra sólo “me dio el avión”-